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BARCELONA 1 REAL MADRID 1
Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de asesinato. El culpable era una persona muy influyente del reino, y por eso desde el primer momento se procuró hallar un chivo expiatorio para encubrirlo. El hombre comprendió que tendría escasas oportunidades de escapar a la horca. El juez se cuidó de mantener todas las apariencias de un juicio justo. Por eso le dijo al acusado: “Voy a dejar tu suerte en manos de Dios: escribiré en dos papeles separados las palabras 'culpable' e 'inocente'. Tú escogerás, y será la Providencia la que decida tu destino”. Por supuesto, el perverso funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: “Culpable”. La víctima, se dio cuenta de que el sistema era una trampa. Cuando el juez lo conminó a toma uno de los papeles, el hombre respiró profundamente y permaneció en silencio unos segundos con los ojos cerrados. Cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una sonrisa, tomó uno de los papeles, se lo metió a la boca y lo engullió rápidamente. Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon:
—Pero, ¿qué ha hecho? ¿Ahora cómo diablos vamos a saber el veredicto?
—Es muy sencillo —replicó el hombre—. Es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué.
Con refunfuños y una bronca muy mal disimulada, debieron liberar al acusado, y jamás volvieron a molestarlo.
El Madrid no dejó de luchar en ningún momento, aún sabiendo que el juicio ya tenía sentencia firme. La horca estaba preparada. De Bleeckere, el verdugo elegido, aguardaba ansioso el momento de lucir su hacha ante el mundo. Pero al Real Madrid le faltó imaginación para tragarse el papel y su cabeza guillotinada, rodó por la hierba...
A diferencia del partido de ida, el Madrid propuso una batalla a campo abierto. Dos ejércitos enfrentados cara a cara con toda la artillería pesada sobre el tapete. Los arqueros del Madrid; Adebayor, Özil y Benzema aguardaban en la retaguardia. La lluvia, incesante durante todo el partido, dotaba al escenario de una atmósfera de batalla épica. El Madrid salió a morder, presionando arriba, con más corazón que cabeza. El Barça tenía el balón, el Madrid el orgullo.
Como el pez que llega a cubierta, el Madrid fue perdiendo vida poco a poco. En parte por la fatiga física, en parte por la fatiga mental. En el debe de esta última es dónde hizo su aparición Frank de Bleeckere III de Bélgica, el Sibilino. El árbitro comenzó a ignorar faltas cerca del área azulgrana que desesperaron al madridismo. Por no hacer hincapié, en las faltas que señaló a los blancos simplemente por "molestar" el juego del Barça. Si el Madrid llegó vivo al descanso, fue en gran parte a que Casillas decidió que el cielo podía esperar.
Mourinho, el cual se había recluido en su hotel, dio paso al segundo tiempo con la señal de guerra. El portugués hizo sonar su cuerno de Orco y el Madrid salió a tumba abierta. Fueron diez minutos dónde el equipo de Guardiola, a modo de niño del sexto sentido, comenzó a ver fantasmas. En una de las embestidas, el Madrid obtuvo su gol. Fue entonces cuando el verdugo recibió la fatídica orden. La plebe no podía esperar, el reo debía morir. Al oír el pitido del arbitro, me indigné tanto, que comencé a reptar por el techo del Bar exorcizado por el hecho que el colegiado hubiera pitado la falta sobre Ronaldo. Pero cuando me di cuenta de la naturaleza de la sanción, completé mi transformación. Giros cervicales de 360º y sonidos guturales ininteligibles pasaron a formar parte del espectáculo...
Todo lo que aconteció después, solo sirvió para confirmar que el plan de Mourinho no era malo. Empate a nada en el Bernabéu, empata a uno en Barcelona y el de los aspersores, vuelta la burra al trigo. El gol de Pedrito llegó, cuando el Madrid mejor jugaba. El empate de Marcelo, cuando el Madrid más sangraba. Tardé diez segundos en celebrarlo. Esperé confirmación del árbitro, de los jueces de linea e incluso esperé la autorización de la UEFA. No sé, el hecho de que Di María golpeara con tanta violencia el palo me hizo temer lo peor... De aquí al final, el amigo Frank, no concedió más alegrías. La imagen de Mourinho recorriendo nuevamente, insultante de alegría, el césped del Nou Camp, era algo que el mundo no se podía permitir.
En fin, solo cabe felicitar al Barcelona y desearle suerte ya que ha demostrado que posee una gran cantera. La Masía, orgullo de todo barcelonista, es la envidia del mundo entero. Ojalá el Madrid aprenda la lección y pueda copiar tan entrañable institución. Así podremos disfrutar de las cualidades de los grandes nombres que de allí florecieron. Como en su día lo hicieron; el pequeño Frank De Bleeckere, el pequeño Massimo Bussaca o el joven Ovrebo. Y por supuesto su estrella, el mejor del mundo; Iturralde el grande.
Volveremos, siempre lo hacemos.
Qué vergüenza de eliminatoria que atraco al REAL en los 2 partidos lamentable no he visto una cosa igual
ResponderEliminarUn Saludo
Ya sin mucho para decir sobre esto y de acuerdo a lo que dijiste en mi blog, demas esta decir que apoyamos al Manchester en la final. Go United!
ResponderEliminarDOPAJE ARBITRAL
ResponderEliminarBlanco Doble
En fin Damokles.
ResponderEliminarHay que darle tiempo al Madrid. No hay que ser injustos. Tenemos una Copa. Un Subcampeonato de Liga y una Semifinal europea.
unicef....donantes a esta organización antes benéfica, ya sabéis dónde va a parar vuestro dinero, más vale reconducir vuestros donativos...sino llegarán a la masía
ResponderEliminarel brça rompe moldes, vaya que sí, es capaz de "mediatizar" cuatro partidos consecutivos con su máximo rival; no hay estadística deportiva que soporte comparación...el monstruo es muy poderoso, de aspecto humano pero de corazón ofidio...
K queréis que os diga,voy a ser respetuoso.."mi piquè" ya nos dice lo de los 5 lobitos que os decía mamá.. Ahora os dice ADIOS!!!!!!!
ResponderEliminardisfruta del golpe, brau, los chorizos se acaban secando...habéis llegado a la cúspide como los antíguos emperadores romanos mediocres: sobornando, engañando, asesinando...por supuesto acababan de la misma manera
ResponderEliminar..europa os asocia al buen juego y a las cartas marcadas, tirad mientras podáis