El tópico Vikingo representaba a estos como seres sanguinarios, bárbaros y paganos que infundieron un castigo divino a los pecados del mundo medieval. El elemento más característicos de ellos era su casco metálico, adornado con cuernos que infundía terror en sus enemigos. Pero hoy en día, sabemos que estas tribus escandinavas no lucían cornamenta en su casco. Este hecho fue una invención del pintor sueco Gustav Malstrompor; que en 1820 quiso definirlos como seres casi demoniacos, para dar un mayor énfasis a sus obras.
Cuando Cristiano Ronaldo aterrizó en Madrid vía Manchester, cierta prensa catalana autodenominada barcelonista se encargó de ornamentar la cabeza de Ronaldo. Los que unos meses atrás, cuando el Barcelona intentó su fichaje, habían alabado y agasajado al portugués; se encargaron de reetiquetarle. Al fichar por el Madrid, Ronaldo se excomulgó. Sus diabluras con el balón se convirtieron en chulerías. Su competitividad en el campo se transformó en egoísmo. E incluso una foto suya con su amiga Paris Hilton (en periodo vacacional) nos la quisieron vender como el día de la juerga nacional. El ventilador de los escribanos barcelonistas llegaba puntual a la cita veraniega.
Ahora parece que Neymar definitivamente fichará por el Madrid. Nuevo verano, nuevos calores. Quizás Neymar todavía no esté cuajado del todo e incluso es lógico que su look y juventud siembren ciertas dudas. Pero prepárense para tener a mano los antídotos para todos los venenos que soltaran sobre el futuro crack mundial. Se endemoniara su cresta, sus pendientes serán un ultraje a la corona, será una mala copia de Robinho e incluso le acusaran de quitarle las zapatillas de ducha a Ronaldo.
Si bien Neymar lo veo más un proyecto que una realidad, por eso aposté por el Kun. No es más cierto que cuantas más criticas a su fichaje llegan desde Barcelona, más me convence el chaval. Porque es sabido por todos que el presidente del Barça, Sandro Rosell, fue a Brasil a preguntar por él. Regresó con su respuesta, Neymar es blanco.
Un compañero del colegio al que siempre castigaban, siempre decía: "En la vida, lo importante es que bien o mal, hablen de uno". Y me da que en los próximos años van a hablar bastante de Neymar, vaya que lo harán.