foto Marca
REAL MADRID 2 MILÁN 0
Esta noche llegaba el Milán, equipo que desde el famoso 5-0 siempre ha producido en mi organismo sensaciones que pueden catalogarse de "incomodas". Asi que ahí estaba yo frente al TV y dispuesto a destruir, de una vez por todas, mi goma de borrar "Milán 5-0" que los graciosillos de la clase me obsequiaron durante años. Solo la aparición del tipex y el 4-0 que el Milán endosó al Barça en Atenas, habían aliviado tanto dolor.
Esta es la razón por la cual, pese haber barrido esta noche al Milán, me queda una sensación amarga por no haberle devuelto a los italianos los cinco goles que aquella fatídica noche tan "amablemente" nos prestaron.
El partido fue de poder a poder. El Real Madrid pudo golear, el Milán pudo haberse ahorrado el viaje. El equipo de Mourinho no estuvo especialmente brillante, pero sí vibrante. Esta vez el Madrid no quería sorpresas y pronto empezó a poner cerco sobre la portería italiana. En el min. 13 una falta muy Pato...sa sobre Alonso, en el borde del área, es lanzada hábilmente por Ronaldo que convierte el 1-0. Todavía estaba timbreando el gol en mi garganta cuando una bonita jugada entre Cristiano y Özil acabó con un afortunado gol del alemán, 2-0 y mi goma empezaba a realizar estiramientos.
Pero este segundo gol no solo mató al Milán, mató mi sueño. A la fogosidad inicial madridista le siguió el bajonazo. La eyaculación precoz que sufrió el equipo de Mourinho fue aprovechada por los italianos para, con su juego ramplón y desesperadamente lento, venirse arriba. En el min. 29 una gran falta de Pirlo rozó el guante de Iker, lo suficiente, para que el larguero hiciera el resto. De aquí al descanso el Madrid realizó una exhibición de como fallar contragolpes. Higuaín, Ronaldo y sobretodo Dí María exculparon al Milán de todos sus pecados.
En el segundo tiempo el Madrid se paseó, Ronaldinho también. Me pasé todo el partido buscando en la imagenes de televisión al tío aquél del bigote, que junto con su hijo, había aplaudido años atrás al brasileño. Deseaba que le enfocaran y verle llamándole "gordo" o "zampanatillas" a Ronaldinho; eliminando de paso otro fantasma del pasado...
Toda la segunda parte fue un concurso de tiro al plato en el que el Madrid fue tan voluntarioso de piernas como ofuscado de mente. Fue como si a Guillermo Tell le ponemos guantes de fregar y en vez de a una manzana tiene que darle a una perita de San Juan. Pues eso, veis claro por donde le entra la flechita al tipo ¿no?.
En fin, el Madrid le demostró al Milán que los años no perdonan. Espero que jamás nadie vuelve a pronunciar la frase: "el movimiento se demuestra andando". Pues no, Milán, no se demuestra andando. El Milán se cargó el refrán y de paso, el partido.
El Real Madrid reina en la Liga y recupera prestigio en Europa. Poco a poco, los caballeros del Rey Mourinho van galopando hacia su destino; reconquistando tierras, ganando batallas y sometiendo enemigos. El ruido de los caballos cada vez esta más cerca de la Décima fortaleza, Londres espera su llegada.