COMO PEDRO DELGADO

Cuando el ciclismo en España vivía solo de alguna que otra victoria de Ángel Arroyo, apareció un tipo de ricitos que tenia una forma de pedalear única. Con nombre de Rey, Don Pedro I de España, el equipo Reynolds tenía ante si al que para muchos ha sido el ciclista con más clase que ha dado nuestro país; Pedro Delgado.

Su primera aparición fue estelar, perdido en la clasificación a más de 7 minutos del líder, atacó de lejos en la última etapa junto con Pepe Recio. Esto le valió su primera Vuelta a España y la primera de sus innumerables gestas; había nacido un mito. Años más tarde ganaría el Tour, siempre acompañado de épica y hazañas. Como en el Tour del 89 donde llegó 2 minutos y 40 segundos tarde a la etapa prólogo. O cuando lo cogían con el carrito de los helados en algún corte y debía de remontar un sinfín de minutos en la montaña.

Remontadas, despistes descomunales, gestas, son palabras que nos son muy familiares. Y es que el Real Madrid es como Perico, se mueve mejor entre retos imposibles. Mejor la montaña que las llanuras. Mejor las adversidades que el viento a favor. Esa incomprensible necesidad de sentirse herido para sacar lo mejor de si mismo. De fingir pajaras en las cumbres, para luego demarrar y hundir en un momento a sus rivales. Y el Barça, yo diría que tiene más el estilo del gran Indurain. Pone la quinta marcha y no para hasta el final. Sin acelerones  ni frenadas bruscas, que aburre a sus rivales y a veces, al propio espectáculo.

Entiendo que guste este estilo de Indurain, pero no es vibrante como lo era Perico. Carece de alma, esa parte del cuerpo que no se ve pero se siente. Ya sé que este estilo da triunfos y puede ser exitoso, pero no te emociona ni te acelera el pulso. No hace levantarte de tu asiento.

Pero cuando ves al Madrid, es otra historia. Ya puede jugar mal, muy mal o peor. Puede ir perdiendo por dos, por tres; que este jugando con diez o con nueve. Sabes que puede pasar algo, y vamos que si pasa. El Madrid como Perico, resurge cuando más muerto parece. Lo siento, sí, soy de Perico, soy del Madrid. Quiero tomarme una cerveza con una pizza y que cuando acabe el partido necesite barrer y fregar el suelo. Deseo un equipo de arrancadas y paradas, de alta montaña, de imposibles, de sangre en los ojos, un equipo para vivir y disfrutar.

Y este año tenemos un gran director, Mourinho. Por lo que no nos conformaremos con el Tour, la champions. También queremos la vuelta a España, la liga. Hay que ganar todos los maillots; el de topos, el de la regularidad, el de los jóvenes, y llenar las vitrinas de leoncitos del Credit Lyonais.  Ahora lo único que hay que esperar es que por Dios, no nos caigamos bajando!!!